sábado, 10 de noviembre de 2018

MAL EDUCADOS


Hace algunos posts hablábamos de las fallidas predicciones sobre los desastres que nos esperaban si persistíamos en hablar mal. Hoy estos pronósticos sombríos renacen de la mano de esos nuevos vicios lingüísticos como "ahre" o "skere". Estos bichos duran nada y sus efectos son nulos, pero con cada ocurrencia comunicativa los especialistas de turno activan sus absurdas alarmas nostradasmústicas (si seguimos usando la expresión "nostradasmústicas" no sé adónde iremos a parar...).


Esta tribu lúgubre suele ser secundada por los profetas del deterioro educativo. Basados en resultados de tests atemporales, estos templarios del aula concluyen que los pibes cada vez aprenden menos y peor. 



Para ser sincero, no sé nada de educación. Pero sí sé que este tipo de apreciaciones suelen ser exageradas en promedio. En todas las materias. Y por lo tanto, arriesgo que este es el caso, una vez más.



Por lo pronto, un hecho estilizado bien probado es el llamado Efecto Flynn, según el cual el cociente intelectual de los humanos sube permanentemente, aunque con variantes, en casi todas las regiones del mundo.



Y para muestra, basta un test. Miren la foto que ilustra este post. Es un test que se tomaba a principios del Siglo XX en Estados Unidos. Las preguntas son tan extrañas a nuestra época que resultan surrealistas. Las notas clasificaban a los testeados de acuerdo a la siguiente escala:



Menos de 6: iletrado

Entre 6 y 20: primaria completa
Entre 21 y 25: primaria con conocimientos de gramática
Entre 26 y 30: secundaria incompleta
Entre 31 y 35: secundaria completa
Más de 36: universitario/a


Apropiadamente ajustada a nuestra época, cómo les iría a nuestres chiques en una prueba como esta? Sospecho que mucho mejor que lo que la tabla espera. Que alguien con secundario incompleto deba errar más de 6 preguntas de este tipo me parece casi imposible.



Yo metí la mitad, pero tuve mala suerte.












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