viernes, 5 de febrero de 2016

El Cisne Negro Ataca de Nuevo: el Caso Taleb


Nassim Taleb es un tipo talentoso, pero tiene una característica que no deja de sorprenderme: es el tipo más divulgativo y menos divulgativo del mundo. Let me explain.

Taleb es el autor de varios libros muy interesantes, que toman ideas no necesariamente completamente originales, pero que se presentan con extraordinaria efectividad. Uno de los dos tipos de cambio escribió una reseña muy positiva de su libro principal, El Cisne Negro, aquí. Sus otras obras, como Antifrágil, entregan paquetes similares: ideas quizás no tan novedosas, pero expuestas brillantemente, tanto en su concepción como en la valoración de su importancia y sus consecuencias.

Pero esta es solo una cara de Taleb, la del divulgador que seduce a su público con ideas simples y a la vez profundas. El autor muestra, sin embargo, una faceta completamente opuesta cuando se trata de discutir ideas con otras luminarias del pensamiento mundial. Taleb no solo se sabe una estrella intelectual, está convencido de que todos menos él están equivocados. Esta es una posición arriesgada para alguien que, como dijimos, se inspira para escribir en muchas ideas ajenas (a algunos de los autores originales les concede el crédito, pero a otras no). 

Dos polémicas, iniciadas por el propio Taleb, lo pusieron sobre el tapete. Una de ellas fue una discusión con Steven Pinker sobre el libro Better Angels of our Nature, donde Pinker justifica la caída secular de la violencia en el mundo. Taleb acusó a Pinker de no entender la idea del Cisne Negro, diciendo que la extensa y extendida paz (relativa) que según Pinker gobierna al mundo desde 1945 es una trampa, y que los cisnes negros están al acecho. Pinker respondió con claridad en un post las fallas argumentales de Taleb, quien luego rechazó la respuesta con la desidia que lo caracteriza.

La otra contienda fue nada menos que con Richard Dawkins. Primero lo peleó por uno de esos tweets apurados que escribe Dawkins, en este caso sobre el mundo musulmán y los premios nóbel; y después se metió nada menos que con el libro insignia del inglés, El Gen Egoísta (no puedo meter link de la crítica de Taleb porque tuve el inmenso honor de haber sido bloqueado por su cuenta de tuiter, pero si buscan está).

Ahora, queda claro que Taleb, cual boxeador en busca del título mundial, se quiere pelear con los mejores. ¿Pero qué tiene que ver esto con la divulgación? Bueno, el punto es que Taleb usa para discutir una jerga estadística totalmente abtrusa e incomprensible, casi posmoderna, que muchas veces oculta ideas sencillas y evidentes. Y en otros casos, parece que Taleb directamente incurre en errores conceptuales graves. Todo esto está muy bien ilustrado en este post, cuyo acertado título es "Estadística Vacía".

Cuando aparecen este tipo de personajes uno no puede evitar preguntarse ingenuamente si para ser un genio es necesario tener mal carácter. Sin conocer a fondo las personalidades de los mejores intelectuales del mundo, mi vaga sensación es que la mayoría no son así, y que Taleb es, después de todo, un Cisne Negro.

3 comentarios:

  1. El Dawkins antirreligioso es un fundamentalista. Pero algo de eso ya se veía en El Gen Egoísta. No sé que críticas le hizo Taleb, pero se me ocurren bastantes...

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    1. Ariel, como va. Era una crítica estadística en un tweet, citando unos autores medios raros. Cumplía con el precepto de ser incomprensible, aunque claro, quizás es uno el que no entiende.

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  2. Ni idea. Muy crítico de la teoría de Dawkins y muy capo en estadística (sobre todo dentro de su campo, la paleontología) era Stephen Jay Gould. Pero la correlación puede no tener que ver con el contenido real del tuit.

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