viernes, 14 de abril de 2017
RACIONALIDAD Y EQUIDAD
En el Capítulo II de Economía al Diván recolectamos algunas de las críticas más conocidas al supuesto de racionalidad, que constituye el esqueleto analítico de la profesión. Hemos escrito algunos detalles más por aquí, si uno busca bien.
Para resumir la cosa, hay una fuerte sensación de que la racionalidad es uno de esos supuestos críticos para obtener resultados deseados por la teoría. Para ilustrar con la macroeconomía, un mundo con plena racionalidad difícilmente enfrente alguna crisis, y en caso que enfrente alguna, nadie debería sorprenderse por su aparición. Más de una vez, asumir racionalidad evita dificultades de funcionamiento económico, y uno de los reclamos más repetidos a la disciplina en los últimos tiempos es que se ocupa más de los aciertos del sistema que de sus fallos.
Pero hay un aspecto del supuesto de racionalidad que normalmente no es considerado: las consecuencias distributivas de asumirlo. No sé si algún lector conoce alguna literatura al respecto, pero yo no encontré nada (tampoco busqué tanto...). Mi intuición es que en un mundo de agentes racionales la relación entre productividad e ingresos es mucho más "justa". Si un agente quisiera engañar a otro vendiéndole bienes, servicios o trabajo a un precio que no lo vale o fuera del equilibrio de mercado, la racionalidad de la contraparte evitaría que la treta funcionara, lo que reduce las posibilidades de obtener cuasi rentas.
Los críticos de la inequidad suelen plantear que en el capitalismo real no ganan los más productivos, sino los que heredan riqueza, los terratenientes, los más concentrados, los suertudos y los emprendedores que saben negociar. Pero a su vez, para que existan este tipo de ganadores, se requiere que el sistema no los "limpie", en el sentido de que la competencia no logre erosionar sus cuasi rentas. Como el supuesto de racionalidad es esencial para que la competencia sea efectiva, el origen de la inequidad podría ser (en parte) que en la práctica la racionalidad no está bien distribuida en la sociedad en primera instancia. Recordemos que la racionalidad se define por dos condiciones generales: egoísmo y capacidad de cálculo. Si hay grandes diferencias (genéticas o culturales) en estas dos propiedades en la población, será inevitable una distribución del ingreso más injusta.
Pero voy más allá: es probable que la decisión de ser empleado o empleador, además de la acumulación originaria, se asocie con la capacidad natural de emprendimiento de los individuos, seguramente relacionada con la personalidad. Mi apuesta psicológica es que los más emprendedores son más racionales que el resto, es decir, más egoístas y con más capacidad de cálculo. Un emprendedor es audaz e inteligente, pero también seguramente más calculador, avivado y taimado. El capitalismo quizás premia individuos que arriesgan, ¿pero qué pasa si estos son también los que más simulan, adulteran y tergiversan? No digo que este estado de cosas sea negativo para el sistema, porque finalmente aportan ideas y productividad, pero el costo inevitable parece ser una mayor inequidad.
Así, suponer racionalidad en los modelos, además de los problemas que todos conocemos, podría también significar una subestimación de las inequidades y de las injusticias del sistema. Podría ser interesante tratar de formalizar un poco esta conclusión, pero yo no lo voy a hacer, porque el espíritu de Dos Tipos de Cambio es la de proponer afirmaciones improbables, e incomprobables.
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En algún momento tuiteaba, referido a este tema:
ResponderBorrarhttps://twitter.com/argie4ever/status/693501588636303360
"Ponele que la mano invisible del mercado funcione. El modelo óptimo propone equilibrio, no justicia."
Exacto. Ahora, si alguno creía que la productividad y la paga se relacionaban, necesitás racionalidad.
ResponderBorrarEs que la racionalidad, como en la evolución, parece más un fenómeno emergente de fuerzas bastante estúpidas que el producto de un diseño inteligente. Si la ponés como base de tu modelo, parece más una afirmación de fe que una teoría científica.
BorrarMuy bueno, Ariel. Coincido 100%.
BorrarCito: "es probable que la decisión de ser empleado o empleador, además de la acumulación originaria, se asocie con la capacidad natural de emprendimiento de los individuos, seguramente relacionada con la personalidad"
ResponderBorrarSuena como una ventaja evolutiva, como ser más alto, tener mejor visión , jugar mejor al fútbol, etc
Suopongo algunos tendrán talento natural y otros no pero cualquiera podría potencialmente entrenarse para "ser racional"
Interesante. De hecho hay experimentos que hacen eso: enseñar a ser racionales. Hasta ahora, fallamos miserablemente...
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