sábado, 30 de noviembre de 2019

BASTA DE PEDIR PERDON




Siempre tuve debilidad por los divulgadores. Creo que son los socialistas del conocimiento. Los conservadores, en cambio, serían los que mantienen la jerga y hablan únicamente para su grupo de elite. Ok, reconozco los límites de esta clasificación, pero hoy quiero referirme a otra cuestión, algo más específica y quizás menos errada.

No sé si ustedes leyeron alguna vez algo de Paenza. Lo primero que salta a la vista es su OBSESIÓN con la dificultad de la matemática para los seres comunes. Por supuesto, como su objetivo es divulgar, debe presentar las cosas de la manera más simple posible, y eso está bien. Pero Paenza va más allá... mucho más allá. Voy a ejemplificar con una situación hipotética (y sí, irónica). Hagamos de cuenta que quiero explicar la propiedad distributiva. Un texto a la Paenza empezaría diciendo algo como esto:

"Lea la siguiente ecuación: a (x+y) = ax + ay. Por ahora no se preocupe, no trate de entenderla. Solo mírela como mira las flores del jardín. Si puede, admírela también. Es belleza pura. Ahora tome distancia, tome aire y duerma una siesta. Vuelva a levantarse y vuelva a mirarla. No la va a entender pero le va a resultar familiar (claro, por que la vio antes de dormirse). Ahora tome papel y lápiz y escríbala como si transcribiera símbolos chinos. No haga nada por interpretar la ecuación..."

Y así. Luego viene la parte de la comprensión:

"Ahora prepárese. Vamos a hacer un viaje imaginario. Le voy  contar un secreto bien guardado de la matemática. Donde usted ve letras podrían haber números. No me cree? No importa, está bien no creer en un matemáticO, pero le pido por favor que sí crea en la matemáticA. Ahora reemplace..."

Y así. Siempre hay además unos párrafos para estimular el pensamiento:

"En este momento usted debería parar la lectura y empezar de nuevo. Más aun, llame por teléfono a su maestra de primaria y salúdela. Dígale que está aprendiendo la propiedad distributiva y que está feliz de entenderla finalmente. Pero todavía no la entendió, claro... Prepare ahora su mente. Intente reflexionar, pensar. Despacio, no se apure. Hay tiempo. Tiene todo el fin de semana. Repase cada letra, cada número, cada idea que ha tenido en los últimos 30 años. Y no se amargue si no le sale. Puede mirar la solución ahora o... tratar de pensar! Pruebe usted mismo, le digo que vale la pena. Usted, después de lograrlo, irá corriendo a decirle a su mamá al geriátrico: 'Mamá! aprendí la propiedad distributiva'. Y hasta quizás se la pueda explicar a ella también."

Y así... Bueno, todo esto es un chiste. A Paenza le tengo un aprecio enorme y, como dije, me parece un benefactor gigante de la humanidad.

Pero creo que, en el límite, quizás nos estamos pasando un poco. No está mal explicar simple (con el límite Einsteniano en mente, por supuesto), pero creo que está mal PEDIR DISCULPAS por expresar ideas matemáticamente. El otro día tuve la misma sensación escuchando a un físico, que se dispensaba por usar datos y fórmulas para explorar una cuestión del ámbito de las ciencias sociales. Y hoy leí una nota genial de Pablo Groisman haciendo el mismo papel. 

Gente, una cosa es hacerse el presuntuoso mostrando fórmulas incomprensibles porque sí, y otra suponer que una persona no puede leer un cuadro, un gráfico, o una ecuación básica. No exageremos, porque del otro lado algún esfuerzo tienen que hacer. Y si no lo hacen, será difícil que se interesen por la matemática, así que tampoco valdría la pena...


sábado, 23 de noviembre de 2019

TOON


Toon es la primera serie holandesa que veo, creo. El título es el nombre del personaje principal, el cara de nada de la foto. Y se pronuncia con "o", no con "u"... (el holandés, otro idioma absurdo).

Toon es una comedia semi-negra, que recuerda a "Desde el Jardín" por el éxito de un ignorante, pero también tiene detalles claramente identificables en la tradición de Ricky Gervais, con personajes que dan vergüenza ajena.

Toon agrega, sin embargo, un punto no menor. La completa bobería de la fama por la fama misma, sin hacer absolutamente nada para ganarla. Sea interpretando una canción mediocre, jugando un videogame o diciendo obviedades, cada movimiento del protagonista se traduce involuntariamente en un éxito absoluto. Más aun, Toon parece odiar el éxito, y en un giro Zizekiano, no puede evitar tenerlo.

Toon me entretuvo, básicamente, porque de Ricky Gervais ya vi todo. Si estás en el club RG, mirala que vas a pasar un buen rato.

sábado, 16 de noviembre de 2019

TRES PUBLICIDADES


No suele pasar, pero tres publicidades llamaron mi atención esta semana. Una de ellas es tradicional, pero las otras dos son campañas publicitarias, es decir, cortos que crean personajes o situaciones que se repiten en avisos subsiguientes (como la pareja del Banco de Galicia). Muy interesantes los tres, los recomiendo.


Este aviso hizo furor porque una multi se animó a tratar el tema de la amplitud de género en un ámbito familiar. Me pareció jugado y muy atinado para seguir sumando tolerancia. 

Una cosa que me hizo un poco de ruido es que se ve a les protagonistas preocupades por cómo se ven exteriormente... Quizás tiene que ver con la necesidad de escandalizar e ir al hueso... pero sigue habiendo algo forzado en esas interacciones. Hay hijes que realmente quieren que los madres y padres les ayuden a vestirse, les enseñen a usar preservativos, o a ponerse un tampón? Yo ni loco, pero capaz al resto le encanta.

Quizás una mejor forma de homenajear la pluralidad sexual hubiera sido mostrando las cosas fantásticas por el prójimo que se pueden hacer más allá de tu género. Pero bue, está bien igual.


Habiendo perdido las elecciones el gobierno, Itaú se mandó con la plancha hablando de la inflación y la miseria. Todos los avisos son muy graciosos, mostrando fórmulas absurdas de ahorro ante la dura realidad económica. La malaria genera creatividad.


Sin duda el más inteligente de los tres. Alicia es la versión humana de Alexa, la voz con inteligencia artificial para manejar el teléfono. Alicia es "user friendly", tiene "protección de datos", "reconocimiento facial", "modo ahorro de energía", y posee "antivirus". Presten atención porque cada "función" está resuelta de una manera genial. De lo más original que he visto en mucho tiempo.



Como yapa, les voy contar cuál es la publicidad que más me ha gustado en mi vida (o mejor dicho, la que más recuerdo como la mejor). Lo tiene todo, historia, fotografía, sutileza, música, drama, y al final un toque de humor. No se dice una sola palabra, y sin embargo el aviso es perfecto. Chapeau, Renault Clío.  










sábado, 9 de noviembre de 2019

GÉNERO Y MACROECONOMÍA


Este post no es ni sobre género, ni sobre feminismo, ni sobre macroeconomismo, como su nombre lo indica. Es sobre un hecho real que me despertó curiosidad.

Charlando en clase de Macro, decidí darles la opción a les alumnes para que votaran sobre un tema particular para profundizar en las semanas siguientes. Las opciones eran inflación o crisis (me gusta hablar de patologías, perdón mainstream).

Pregunto por inflación y un grupo levanta la mano. Cuento más o menos... no sé bien qué dio (por ahora no estoy para presidir el Congreso). Ahora voy por crisis, cuento y parecería que fueran más. Entonces vuelvo a preguntar y noto que en la elección de inflación había mayoría clara de mujeres, y en la de crisis mayoría clara de hombres.

Tarea entonces para la psicología evolucionista: ¿es el interés por la estabilidad y el cuidado del valor del dinero una estrategia de supervivencia que favorece a las mujeres? ¿es la crisis el equivalente macro de cierta tendencia a la violencia que exhiben los varones? ¿Podemos hablar de macrogenética?

O trabajo quizás para los estudios culturales que analizan sociedades patriarcales y matriarcales. ¿Son las primeras menos estables que las segundas? ¿Son las segundas más propensas a las crisis que las primeras?

Finalmente, estos resultados irrefutables también podrían dar lugar también a la reflexión psicoanalítica y posmoderna. ¿Es la crisis una expresión de la histeria femenina que ellas intentan reprimir a toda costa? ¿Es el rechazo masculino a la inflación una expresión más de su necesidad de evitar la discusión sobre un miembro viril que "no siempre aumenta"?  

Los datos están. Que la ciencia se pronuncie.




martes, 5 de noviembre de 2019

SOBRE EL CBC


El Ciclo Básico Común (CBC) nació cuando allá por los albores de la recuperación de la democracia se decidió eliminar el examen de ingreso y el cupo para entrar a la universidad. Como no soy un experto en educación, solo quiero contar mi experiencia personal, aunque si tengo que apostar diría que el CBC fue un paso trascendental en el camino de ampliar la movilidad social.

Me tocó dar clases en el CBC de muy joven, cerca de 1987, obviamente en la materia Economía. El aula estaba todavía repleta de gente mayor que yo, entusiasmadísima con cursar la carrera que siempre quiso y nunca pudo, sea por haber elegido otra carrera "por la salida laboral", o simplemente por no poder acceder a un costoso curso de ingreso. Con el tiempo esto se fue acomodando, pero recuerdo la emoción que esta situación me generaba en su momento.

También habían problemas. En esa época cursaban economía quienes habían elegido carreras pura y exclusivamente para evitar las matemáticas de altísima complejidad, como el gráfico de una recta o el pasaje de términos. Por momentos, las caras de "para qué me sirve saber esto" se multiplicaban (otra vez la matemática) y no era fácil convencer al alumnado de que en la universidad las cosas son así. 

Otra dificultad era la cantidad de alumnos, nunca menor a cien. La solución era tomar exámenes tipo multiple choice, que solían dejar en el camino a unos cuantos, y lo peor de todo: limitaban enormemente la posibilidad de que alguien pudiera obtener el puntaje ideal.

En esa época solía hacer algunos "experimentos" con la clase. Uno de ellos consistió en ofrecerles con anticipación a los alumnos tres tipos de evaluación para que eligieran. Una era el examen tradicional con preguntas para "explayarse". Otra el famoso multiple choice. Y la última era la resolución de un "problema aplicado" a libro abierto. Dado que muchas veces la gente se preguntaba por la utilidad de lo que se contaba, qué mejor que darles la posibilidad de ser evaluados con un caso práctico para resolver! Qué creen que eligieron? Bueno, el 80% eligió el examen tradicional, el 18% el choice, y solo dos personas prefirieron el caso. Todos somos revolucionarios pero cuando hay que agarrar las armas...

Estos pocos recuerdos vinieron a mi cabeza el sábado, cuando tuve la oportunidad de recibir, luego de varias décadas sin dar clases en el CBC, a un grupo de chicos y chicas que llenaron un aula enorme en un día de sol radiante y temperatura ideal entre las 12 y las 14, todo para escucharme hablar de las restricciones presupuestarias. Me remonté a aquellos años donde las edades de profe y alumnos eran opuestas, y aun así noté que algo no había cambiado: las mismas ganas, el mismo compromiso y el mismo respeto que hace 30 años. Y esa sensación de que el esfuerzo compartido en una universidad pública tiene mucho valor, por más que algunos digan que las cuentas no dan.