sábado, 22 de junio de 2019

EL VIEJO TRUCO DE LA DEFINICIÓN


Todos entendemos que las definiciones jamás pueden ser absolutas. Eso ocurre porque, básicamente, definimos conceptos mediante el uso de otros conceptos. Así, al intentar definir la palabra "próstata" debemos apelar a sinónimos que a su vez requieren una definición, and so on.

Por eso, la comprensión de la idea que se quiere transmitir no suele provenir de una definición apropiada, sino más bien de una intuición, una visualización, un ejemplo, o una aplicación concreta. Te muestro la próstata y seguro ahí entendiste. Ahora que la viste, ¿te quedó claro?

Pero quiero referirme aquí a otra cuestión relacionada con este tema, en particular al uso de las definiciones en ocasiones de enseñanza. Mi hipótesis es que hay un abuso del uso de definiciones como parte medular de una curso, por sobre otras estrategias mucho más lucrativas para generar comprensión. Este abuso nace de la combinación de docentes de bajo nivel y de manuales basados en contenidos definicionales en exceso.

Concretamente, si usted quiere dar un curso y lucir importante, debe discutir por horas acerca de la definición acerca de la cual va el curso en cuestión. Por ejemplo, si su curso es sobre el tema "comunicación", deberá pasar no menos de 4 clases explicando la noción, mostrando sus componentes, estableciendo sus propiedades, etcétera. 

Es cierto que algunas definiciones requieren cierto tiempo para su comprensión. Hablar sobre Inflation Targeting requiere sin dudas explicar en detalle qué es y cómo funciona. Pero lo que me saca son las definiciones pedantes, minuciosas e interminables sobre términos QUE YA CONOCEMOS. ¿Es realmente necesario explicarle a alguien qué es la comunicación, si es lo que hacemos todos los días? Digo, no hablo de las distintas formas de comunicación, sino del concepto básico. La docencia de estos temas suele incluir un gráfico como el siguiente: 


¿En serio hay que "aprender" esto? ¿Podríamos imaginar un curso de "caminata" donde pasáramos un rato largo explicando qué es caminar? ¿O un curso de chef que pase horas explicando el concepto de "cocinar" antes de disponerse a hacer una tortilla de papa?

Otro curro definicionista común consiste en buscar precisiones donde no las hay. Hojas y hojas de manuales que explican la diferencia entre un proceso y un procedimiento, o entre metodología, análisis e investigación. El truco es buscar dos sinónimos, pensar algunas potenciales diferencias entre ellos, afirmar que estas diferencias son esenciales, y vender el resultado de esta arbitrariedad. Infame (adj. que es propio o característico de la persona infame).

Gente, menos definiciones y más aplicaciones. Un consejo que suelo dar a quien me escucha (o sea a casi nadie) es que primero se dan los ejemplos y luego la teoría más general, nunca al revés. Nadie nunca jamás elaboró una teoría y luego buscó ejemplos. Aparecen los casos, se enumeran y clasifican, se estudian, y nace la explicación teórica. Si eso es lo que hizo quien creó la teoría... ¿por qué torturar a quienes escuchan con complejidades teóricas o definicionales que solo se entienden cuando se ven reflejadas en aplicaciones concretas?


  

    

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