sábado, 13 de abril de 2019

ARTE Y CRIMINALIDAD



Michael Jackson ha sido condenado moral (y estimo que legalmente) por abuso de menores. El enorme rechazo que provocó esta conducta hizo reflexionar a varios sobre su legado artístico. No pretendo resolver todos los dilemas morales involucrados en este caso, solo aporto un par de reflexiones sobre los puntos que creo no han sido suficientemente justificados.

En principio, no hay evidencia de que su obra no esté divorciada de lo que hizo con los niños. No escribió apologías del abuso. El tipo se concentró en la música y el baile. Algunas de sus letras quizás muestren una inaceptable hipocresía (participó de We are the world, we are the children), pero el objetivo de su arte no era convencernos de que lo que hacía en Neverland estaba bien. Sabía que sus actos eran inmorales y por eso los ocultaba. Pero en general de MJ nos gusta la música (yo no soy particularmente un fan), las letras son un tema menor. Y la verdad yo no conozco a nadie que haya basado su vida y su accionar en las letras de MJ.

¿Se debe seguir "festejando" al artista? Bueno, por supuesto que no a la persona. Todo apunta a que no fue alguien digno de imitar. Personalmente yo vería muy mal un acto de homenaje a MJ "ser humano", salvo que haya una justificación que se me escapa. Ahora, si alguien mañana quiere destacar algo de sus ritmos, arreglos musicales o videos, no veo la objeción.

La confusión entre festejar obra y crímenes proviene, creo yo, de pensar que las personas son un todo consistente y estático. Que alguien nace malo o bueno y ya. Que si alguien hizo algo malo y lo descubrimos, descubrimos su verdadero YO. Por ende, toda su vida y obra debe estar "contaminada" por este acto. Como detectives berretas, nos "dimos cuenta" de lo que siempre fuiste.

No creo que haya evidencia de esto. Como punto de partida, tiendo a pensar que nuestros actos están afectados por la cultura, la posición social, el CAMBIO en nuestra posición social, el azar, y la gente y la geografía que nos rodea.

Por eso, si buscamos con esfuerzo en la vida de cualquier persona, artista o no, encontraremos muchas maldades o actitudes dignas de escarnio público. La lectora se preguntará "pero si eso es así, por qué no me pasa a mí?". En general, porque nuestra vida es 99% privada y no sujeta a escrutinio social. 

Y además porque nuestro entorno es más o menos constante. Cambios bruscos en el status social descolocan, como demuestran muchísimos casos, como el de los ganadores del PRODE o los escándalos de Maradona. Algunos logran soportar la presión, pero muchos otros no. Una persona común podría potencialmente cometer actos atroces en determinadas circunstancias, como probó el experimento de la prisión de Standford de Philip Zimbardo. Y viceversa: los criminales nazis eran considerados "excelentes personas" por sus vecinos que ignoraban su pasado.

¿Qué hacemos con la obra de MJ ante lo sucedido? Si usted se acuerda del abuso al escucharlo o verlo, lo más lógico es evitarlo. Pero la militancia para que el resto no lo consuma es otra cosa. Parece revelar el deseo de castigar socialmente a alguien a quien ya no se puede castigar por vías judiciales por estar muerto. Para los que todavía gustan de la música de MJ o se inspiran en ella, o aman sus bailes y quieren hacerlo como él, esto es pagar un costo por algo que ellos no hicieron. Por lo tanto, no me parece razonable señalar o castigar a los usuarios de MJ. Podemos beneficiarnos de lo bueno que nos dejó y condenar lo malo que nos dejó, como ocurre con tantos otros personajes famosos del historia.

Lo más lamentable de toda esta historia, finalmente, es que no se descubrió a tiempo. No tanto para castigar a MJ sino para evitar que los abusos se extendieran en el tiempo. Lo bueno quizás sea que este caso pueda disuadir a otras estrellas poderosas de que se crean con derecho a arruinar la vida de los demás solo por ser famosos y ricos.




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