sábado, 11 de febrero de 2017

REFLEXIONES SOBRE LA DIETA PALEO


La palabra Dieta se asocia cada vez más con engaño. Un engaño en el que, pese a las expectativas racionales y toda la maroma, siempre volvemos a caer. Desde hace algunos años para acá, algunos que no se compran cualquier cosa, como Lucas Llach, han defendido la Dieta Paleo (DP) en base a argumentos científicos, más precisamente evolutivos.

En dos líneas, la DP propone que morfemos como nuestros antepasados del paleolítico, o sea, frutas y frutos, verduras y carnes. Estuvimos casi un millón de años comiendo esas cosas, y de repente la revolución agrícola, apenas 10.000 años atrás, nos cambia la alimentación con dosis exageradas de harinas, azúcares, arroz y lácteos. Una guía simple para seguir la DP, entonces, sería evitar estos últimos cuatro "venenos blancos".

Debo reconocer que de entrada la idea me entusiasmó, aunque repensando la cosa, me quedan las siguientes reflexiones sobre este fenómeno.

I.  Bien fundamentada. Me gustan las cosas con fundamento. La dieta de la Luna, la del chocolate y la de la orina tienen en común que son absurdas e injustificables. Si bien siempre hay críticas, la DP por lo menos tiene una razón de ser.

II. Simple. Las dietas deben ser fáciles de seguir. Desayunar medio kiwi con una rodaja de pan de centeno con 10 gramos de dulce de cayote será muy sano, pero es imposible de cumplir. Y lo más probable es que más temprano que tarde empieces a reemplazar cosas y te salgas poco a poco, hasta abandonar completamente. La DP se define en 4 palabras: evitá harinas y lácteos.

III. No disponibilidad. Poner en marcha la DP no es fácil. Casi todo tiene harina y lácteos. Desayunos son una tortura sin leche, y si a la tarde te agarra hambre y querés comerte algo en un kiosco, no hay nada paleo. Siempre tenés la opción de pasar el ridículo morfando una fruta por la calle, pero bué...

IV.  Cara. Comer todos los días carnes es carísimo. La harina, sobre todo frita, es mucho más barata y te llena enseguida (por eso la adoptamos tan rápido). Hablando de meriendas yendo a kioscos, una posibilidad es comprar frutos secos, pero salen 3 dólares los 100 gramos. Paleoafano.

V. Injusta. Si todos comemos paleo, los animales la van a pasar mal. Hace rato que sabemos que los animales sufren, y la única razón para liquidarlos es que somos más fuertes. Peter Singer ya explicó todo lo que tenía que explicar acá, y la verdad es que todas las defensas suenan a excusas. Yo como carne, pero reconozco que tenemos un dilema moral muy importante por resolver. 
Otro aspecto de la injusticia de la DP es su costo. Es un hecho documentado que los pobres sufren de obesidad porque comen demasiadas harinas fritas, baratas y tentadoras. Por ahora, en Argentina la DP es para el décimo decil.

VI. Salud y Peso. Las dietas tienen dos objetivos: salud y adelgazar (no me vengan con que son lo mismo, por favor...). La DP parece ser saludable, salvo quizás para los que tienen mucho colesterol. En el ránking de dietas, en salud una tal DASH es la mejor. Si bien la DP está en el puesto 36, lo cierto es que la mayoría de las dietas se le parecen bastante. Las diferencias son detalles.
En cuanto a la efectividad para perder peso, la DP tampoco hace un buen papel (puesto 38) y la mejor es la Weight Watch. Acá el punto es que, si comés poco, cualquier dieta es buena, la gracia es adelgazar morfando como una bestia, y algunos dicen que con la DP, de lo que se puede comer, no hay límites.


En lugar de la conclusión, les cuento una historia personal. No la divulguen. Mi hija empezó la dieta paleo y le fue muy bien (era vegetariana y no le iba tan bien), y yo decidí acompañarla, o imitarla, o competirle, yo que sé. El resultado fue que de entrada no bajé mucho (ya venía comiendo bien), pero con el tiempo voy perdiendo kilos. 

La historia es que evitar harinas y lácteos terminó con un dolor de cuello que me torturaba desde hace 30 años. Intenté de todo durante ese tiempo, pero nada funcionaba. Vi decenas de médicos, hice todo tipo de ejercicios, pero nada. Y desde noviembre, la DP me sacó el dolor, que no aparece desde hace ya tres meses. ¿Paleomilagro o Paleociencia?

3 comentarios:

  1. La verdadera dieta paleo debería ser hartarse de carne una vez a la semana y el resto del tiempo morirse de hambre, subsistiendo con frutas esmirriadas (sin años de cruzas e injertos) y cuanta sabandija se arrastre cerca.

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  2. Je je, nosotros los economistas simplificamos la realidad hasta que se ajusta a nuestros deseos/modelos.

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  3. Si siguiéras la dieta Paleo te darías cuenta de que no es tan cara como la gente cree. Es más cara la NO dieta, porque no sacia y estás todo el día comiendo.

    Un saludo!

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