sábado, 9 de febrero de 2019

QUE ES CAPITALISMO. PARTE IV: MERCADOS


Imposible seguir adelante si no hablamos de mercados. Así como para los libertarios más extremos los derechos de propiedad son esenciales, la mayoría de los liberales tradicionales enfatizan las ganancias de la bienamada libre interacción entre la oferta y la demanda. 



Las referencias a los mercados suelen ser generales y vagas. No es fácil definir un mercado (Heymann siempre pregunta cuál es el mercado de dinero), y lo que se suele asumir es que mercado es sinónimo de intercambioEl amigo Von Mises (siempre es bueno tener un amigo libertario) es uno de los que entiende mercado como intercambio de propiedad, y avisa que los mercados han existido por cientos de miles de años. 

La acepción de la palabra tendía a ser geográfica, un lugar particular donde se hacen transacciones como el Mercado del Progreso, de Abasto, de las Pulgas, etc. Desde la informática y con MercadoLibre y Amazon, sin embargo, todo cambió.

Una particularidad empírica importante es que los mercados perfectos son pocos. Muchos bienes no son homogéneos. Para operar una transacción en un mercado es necesario que las partes cooperen intercambiando información específica valiosa. Más aun, siendo que los oferentes valoran mucho la clientela, la relación entre contratantes suele ser duradera. Pero la noción liberal clásica de mercado se refiere a múltiples compradores y vendedores de un bien o servicio específico.

Curiosamente, economistas históricamente comprometidos con la libertad de los mercados han puesto poco esfuerzo en caracterizarlos. Se ha privilegiado el análisis del sistema de precios y de su principal resultado, los valores de equilibrio, para después "jugar" teóricamente con ellos. Sin embargo, entre los pocos que se fijaron en las cuestiones institucionales de los mercados contamos con nombres importantes como George Stigler, Douglass North y Ronald Coase.

Pero vamos a lo nuestro. Es el mercado, como la propiedad, una institución social, o es un mero emergente en un ámbito de individuos libre persiguiendo su propio interés?

Una forma de empezar a responder esta pregunta es observando las dificultades que atravesaron economistas como Vernon Smith o Alvin Roth al intentar "diseñar mercados" allí donde no existían o no funcionaban bien. Su conclusión: es imposible diseñar desde cero un mercado con todos sus detalles. Por qué les pasó esto?

Una razón podría ser que el diseño de mercados por parte de unos pocos humanos es imposible. Se necesita la interacción natural de todos ellos, que a través de un proceso de prueba y error terminan por crear algo que funciona bien. Algo así como hizo la evolución con nosotros (ok, más o menos... dije "que funciona bien"). 

La otra explicación, que nos gusta más, es que en el mundo real cada mercado es diferente. Cada uno está relacionado con otras instituciones y tiene sus propias reglas. Salvo generalidades, no hay una lógica universal en su funcionamiento. Y no nos referimos solamente a la existencia de monos, oligos u otros polios. Compare el lector las reglas de los mercados de la edad media con las de las modernas transacciones financieras y verá de lo que hablo.

Otro aspecto social de los mercados es que algunos de ellos son propiciados por el Estado, y por lo tanto heredan naturalmente los aspectos legales de la propiedad y del dinero. Para enfatizar el rol institucional, Coase solía decir que aconsejar a las naciones ex comunistas a adoptar una economía de mercado sin las instituciones apropiadas era una empresa inútil.

Más allá de las definiciones, es difícil argumentar que la explosión de progreso de las últimas dos centurias y media se debe a su emergencia. Los mercados en su definición libertaria existieron casi siempre, pero nada pasó hasta hace poco. Esto no quiere decir que los mercados no sean importantes. Como siempre dijo Hayek, su rol como procesadores de información con bajo costo es sustancial. Pero ojo, las señales de precio que salen de él deben ser interpretadas y procesadas por empresas, donde predomina la cooperación y la autoridad, no la libertad de decisión.

Los mercados pueden emerger espontáneamente o ser promovidos por cierto diseño consciente. También son esenciales en el funcionamiento capitalista (tanto que su rechazo tiene un nombre, agorafobia o miedo a los mercados). Lo que es más difícil es asignarle un rol decisivo para el progreso, siendo que existieron siempre. Para justificar esto se debería explicitar por qué mejoraron tanto últimamente. Lo que nos lleva a otras variables.


No hay comentarios.:

Publicar un comentario