sábado, 21 de abril de 2018

MANI THEORY


No, no escribí mal Money Theory. Esta no es una teoría del dinero, sino de la mano. Específicamente, de cuándo se debe cobrar mano en el fútbol.

Hasta ahora, ha reinado la confusión. Y la razón es que hemos usado por más de 100 años un criterio inadecuado: la "intencionalidad". Antes de empezar, aclaro que no se considerarán aquí las manos toscas, como las de tu hijo de 4 años cuando le tirás la pelota, o la de Suárez de la foto.

Para los casos dudosos, esta es mi propuesta. Manos a la obra.

Teoría de la Trayectoria

Históricamente, el criterio para cobrar mano fue la intención, una lógica que como veremos enseguida carece de sentido. Mi propuesta es que lo que importa para cobrar mano es la trayectoria de la pelota.

La trayectoria de una pelota puede ser predecible (TP) o impredecible (TI). A su vez, la TI debe dividirse en trayectoria impredecible Olfateable (TIO) y trayectoria impredecible Azarosa (TIA). Describamos cada una y su relación con el cobro de la mano. 

TP. La trayectoria es más predecible cuanto más lenta va la pelota. Si se tira un pelotazo largo y alto, o un centro bombeado, el potencial receptor sabe con bastante certeza por dónde aterrizará la bola. Por lo tanto, si la pelota tiene una TP y da en la mano, se debe cobrar SIEMPRE. La razón es que no hay excusa para que te pegue en la mano. Sea por impericia o por intención, si la trayectoria es anticipable y te da en la mano o brazo, te cobro.

TIO. Una trayectoria impredecible es cuando la pelota va tan rápido, o recorre tan poca distancia, que no es fácil de determinar con precisión. Hablo de rebotes, tiros libres, los centros respecto del defensor que marca ese centro, etcétera. Pero la TIO, aun sin ser totalmente predecible, es intuitivamente perceptible, en función de las intenciones del rival y la lógica del juego. Por ejemplo, un tiro libre no sé por dónde irá exactamente, pero sé que el pateador intentará mandarla hacia el arco. Quien defiende un centro no sabe exactamente por dónde pasará la pelota, pero es esperable que pase cerca mío y vaya para el área. Ante una TIO, la mano se cobra SIEMPRE. 

(Se podría hacer una sola excepción muy simple, que es cuando la mano está delante del cuerpo. Es el típico caso del jugador en la barrera que se cubre sus partes sensibles. Pero si se quiere generalizar el criterio y no permitir excepciones, yo estaría de acuerdo).

TIA. Las TIA son dinámicas completamente impredecibles y azarosas. Son jugadas absurdas. Rebotes inesperados en los palos o en los jugadores, jugadores caídos y de espalda a las jugadas que no intervienen en el trámite del juego, etc. Si te pega en la mano o brazo en estos casos, no se cobra NUNCA. 


Casos y ejemplos

1. Hace poco el jugador de Independiente Verón en un partido contra Boca, parece tocar la pelota con el brazo en un centro. Si la tocó, debió cobrarse. Un caso trivial de TP.

2. Tiro libre para Independiente contra Corinthians. Un jugador de la barrera pone los brazos en cruz en el pecho, pero cuando viene la pelota gira y le pega en los brazos. Atrás de los brazos, en la dirección de la pelota, no está su cuerpo. Es mano. Un TIO más grande que una casa.

3. Un atacante tira un centro. En ese momento su marcador cercano gira la cara (por miedo). Tiene los brazos perfectamente pegados al cuerpo, pero no delante del cuerpo. La pelota le pega en la mano. Se cobra. Es un TIO. 

4. Un atacante tira un centro. Su marcador está atento. Tiene los brazos alejados del cuerpo. La pelota pasa, rebota en un jugador que está detrás del defensor y, inesperamente, vuelve hacia ese defensor. La pelota le pega en la mano. No se cobra. Es un TIA. 

5. Centro al segundo palo. El defensor no llega, el atacante que está detrás de él logra cabecear. El defensor que saltó queda de espaldas y el cabezazo le pega en el brazo, que está pegado al cuerpo (pero no adelante). Es una jugada normal, factible y esperable. Olfateable. Otro TIO. Mano.

6. Barullo en el área. Flipper con rebotes para todos lados. La pelota en un momento se dirige al arco o casi, y pega en la mano de un defensor que está "pegada al cuerpo" por casualidad. Podría pasar normalmente. Es otro TIO. Penal.

7. Barullo en el área. Flipper con rebotes para todos lados. En un momento la pelota rebota rapidísimo hacia la medialuna del área, donde hay un defensor (aun dentro del área) saludando con el brazo en alto a su mamá en la platea, o pidiendo orsai. La pelota le pega en su mano. No se cobra nada. Es un TIA. Le pasó a Rinaudo de Gimnasia contra Lanús: le cobraron un penal absurdo después de unos rebotes completamente azarosos. Nada.

8. Contraataque con pelotazo. Atacante contra defensor. La pelota se embarulla entre ambos, el defensor cae y la bola le da en la mano estando en el piso, de espaldas, con la rodilla fracturada y un ACV. Es mano y se cobra. Otro caso de TIO. Ese tipo de rebote es esperable en un mano a mano. 

Propiedades del Criterio Trayectoril

El criterio ético detrás de esta propuesta es que evitar tocar la bocha con la mano debe ser problema de cada jugador. No se permite ser pasivo al respecto. El jugador, sabiendo con certeza o con aproximación que la pelota va a andar cerca de su cuerpo, debe evitar por cualquier medio que le pegue la pelota en el brazo. Poné los brazos en la espalda o cortátelos, porque si no es mano.

Una ventaja del criterio es que reduce la arbitrariedad del árbitro, valga la redundancia arbitral. En particular, sborra la necesidad de distinguir entre TP y TIO. Solo en casos TIO/TIA se precisa la interpretación arbitral. El árbitro debe tener la menor arbitrariedad posible.

La propuesta demuestra lo poco útil que es el criterio de la "intencionalidad". Detectar una intención en una decisión humana de por sí es un lío. ¿Hay intención si 10 jugadores se paran con los brazos abiertos en el arco tapándolo y la pelota pega en la mano de uno de ellos? Hasta que la pelota no parta hacia ellos, parece obvio que no. Hasta podría decirse que en esta situación trasladamos la responsabilidad de que la pelota no pegue en la mano del defensor al atacante. Un absurdo total. En nuestro caso, se podría decir que ni el TIA ni el TIO son "intencionales", pero en un caso se cobra y en el otro no. Y como dijimos, la responsabilidad de evitar la mano debe ser de cada jugador.

Una posible limitación es que haya jugadores que intenten "patear a la mano del rival". Ciertamente, no parece muy ético otorgarle un penal a un equipo en estos casos. Pero el costo de no cobrar esto es entrar en una maraña conceptual para determinar el resto de las jugadas. Parece más fácil pasarle la responsabilidad de evitar la mano a cada jugador.

Por supuesto, la restricción principal del criterio es que existen los continuos. La jugada puede estar en el límite entre una TIA y un TIO, y ahí hay que tomar una decisión. Pero no hay criterios óptimos, solo algunos mejores que otros. 

Mano a mano hemos quedao. Se reciben comentarios y casos no considerados.








2 comentarios:

  1. Subrayo esta frase esclarecedora: El criterio ético detrás de esta propuesta es que evitar tocar la bocha con la mano debe ser problema de cada jugador. Creo que ahí está la clave de todo.

    ¿por qué entonces no cobramos penal siempre que el jugador toque la pelota con la mano o la pelota toque la mano? (exceptuando intencionalidades). Haciendo un razonamiento parecido es como si anuláramos un gol porque la guinda va tan fuerte que el golero no sabía por donde iba a entrar.

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    1. Sí, esa frase es clave. Más simple sería: es mano siempre salvo que haya una situación de mano absurda. Lo único que hice es tratar de justificarlo un poco.

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