sábado, 14 de abril de 2018

FULBO E INTELIGENCIA ARTIFICIAL


Hasta ahora, la idea que tenemos de la intrusión de la tecnología en el fulbo es el famoso VAR, con el cual ya nos pusimos de acuerdo en un post anterior. Pero se vienen un montón de desarrollos de inteligencia artificial que prometen no tanto cambiar las reglas del juego, sino su táctica y  estrategia. 


¿Robots Técnicos?


Últimamente cuando vemos algunos partidos importantes aparecen algunas estadísticas bastante asombrosas, pero a las que no les damos mucha bolilla. Por caso, para cada jugador aparecen datos de porcentaje de pases correctos, kilómetros recorridos y el inefable "mapa de calor" que da una idea de por dónde se movió el tipo durante la mayor parte del partido.


Todo esto se logra mediante algoritmos basados en la inteligencia artificial, y bien utilizadas pueden ser muy informativas para los DT con el fin de elegir mejor sus jugadores o diseñar tácticas para el partido. Sumado al uso de drones y videos, la tecnología podría estar sirviendo más a los estrategas que a los referís. Es difícil saber si esto va a beneficiar o a empeorar el espectáculo, pero lo que es seguro es que un técnico que no sepa usar estos bichos seguro que valdrá menos en el mercado (controlando por todo lo demás).


¿Qué hay de nuevo, Caruso?


Las técnicas de análisis del juego se perfeccionan día a día. Un paper reciente de unos tales Gudmundsson y Horton cuenta algunos de los avances más importantes (si bien trabajan en Sydney, a mí Gudmundsson me suena a islandés, así que a tener cuidado en Rusia...). 


Una de las cosas que quieren mejorar, parece, es el tema de la interacción entre jugadores, más que el desempeño de un jugador solo. Un pase del 2 al 6 no vale lo mismo que una asistencia de Messi a Suárez entre 5 contrarios. 


También se están calculando medidas de la presión y el dominio que ejerce un equipo durante un juego, mediante un análisis de redes. Suponemos que le dará alto al Barcelona.


Otra cosa que se puede determinar es la dificultad de haber hecho un gol comparando todas las posibles direcciones de un tiro. A esto se le puede sumar también la performance defensiva de un jugador (pelotas recuperadas). Combinando estas dos cosas tendríamos un índice de desempeño, por jugador y del equipo completo. Un trabajo de Dutch y otros que analizaron 20 partidos de la Eurocopa 2008 le dieron mediciones que acordaban con las visiones subjetivas de analistas y espectadores. ¿Se acaban las polémicas sobre "el jugador del partido"?


También podemos medir con relativa precisión cuáles son los jugadores "clave" de cada equipo, aquellos por los que pasa más la pelota. En el mundial de 2010 se determinó (está citado en el mismo paper), en consistencia con el sentido común, que Xavi y Schweinsteiger habían sido claves para sus equipos, mientras que Uruguay y Holanda no tenían un referente claro. En el mismo trabajo se mostró un indicador del "largo" del equipo, y Uruguay resultó más extendido que España, Holanda y Alemania.


Un tal Grund (¿otro islandés?) definió la intensidad de un equipo como la suma ponderada de grados, dividido por el total de tiempo que un equipo tiene la pelota. Un grado es el número de pases realizados en relación a todos los posibles. Para no complicar, se trata simplemente de pases por minuto ponderados por posesión. Y a esto le llaman, como creo adjetivó alguna vez Varsky, "densidad" (¿o era volumen?) de juego. Nice.


¿Y quien va a ganar?


Todo muy lindo, pero predecir quien va a ganar un partido es otra cosa. Pronosticar un ganador puede ser difícil, pero sí parece posible predecir quién va a recibir la pelota en función de una posición determinada. Un tal Wei y otros (citado en mismo paper) construyeron un modelo que predice quién tendrá el balón dentro de dos segundos con una precisión del 99,25%. Nada mal.


Se viene un deporte inteligente. Dejemos de decir "fulbo" y "orsai", por favor.









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