Volvemos con Dani Rodrik, que pese a esta foto reciente sigue siendo el yerno que toda suegra quiere tener. Esta vez Dani se interesa por un debate de larga data en las ciencias sociales: determinar si el comportamiento humano es impulsado por "intereses" o "ideas". Esta distinción es central en la ciencia política, donde se desarrolla como un argumento entre realistas y constructivistas, pero está menos articulado en economía, en detrimento de la disciplina. Aquí transcribimos y comentamos lo esencial de su visión, que se puede encontrar en su blog.
Intereses
Los intereses son "ideas congeladas". O mejor dicho, no tenemos intereses, sino ideas sobre cuáles son nuestros intereses. La perspectiva basada en intereses tiende a asociarse con los modelos de elección racional, pero esta perspectiva es insuficiente. Las teorías basadas en intereses se caracterizan por:
* Una especificación parsimoniosa de las características de los agentes, que puede estar basada en el estatus económico (industria, ocupación, etc.), social (clase) o personal (etnia / identidad);
* Un mapeo de estas características al comportamiento a través de una función de pago;
* Generalmente, aunque no siempre, un juego en el que los agentes interactúan.
Por lo tanto, podemos decir que los resultados están "basados en intereses" cuando son el resultado directo de las características ex ante de los agentes. Nótese que los pagos no necesitan ser exclusivamente materiales o económicos. Decir que el comportamiento es impulsado por intereses no implica que las personas se preocupen exclusiva o principalmente por sus ingresos, su ocio, o su consumo. Estos intereses también podrían definirse en términos de valores culturales o identidades.
Ideas
¿Cuándo los resultados son impulsados por ideas? Cuando podemos rastrear si los discursos o narraciones prevalecientes cambian la percepción de los intereses. Debemos demostrar que las ideas tienen una dinámica independiente, que dan forma a distintas visiones del mundo, definen identidades destacadas, o expanden el espacio de estrategia (política).
Y lo que es más importante, debemos demostrar además que la influencia de esas ideas no puede predecirse a partir de las características ex ante de los agentes.
Aplicaciones
Dos aplicaciones breves para mostrar cómo funciona esto. Hablemos primero del recorte del impuesto sobre la renta de Reagan en 1981, donde la evidencia sugiere que lo dominante para su decisión fueron las ideas. Si bien es cierto que algunas empresas eventualmente se volvieron partidarias de los bajos impuestos sobre los ingresos personales, la mayoría de ellas se opuso a los recortes. Estaban más preocupados por reducir el déficit que por la provisión de incentivos a la oferta. Las ideas parecen haber jugado un papel crucial en el cambio de las percepciones de los intereses: se trataba de vender un nuevo modelo de cómo funciona el mundo. La curva de Laffer fue la gran protagonista: sin ser más que un truco teórico, fue muy efectivo su empaquetado y el modo de formulación de la propuesta. Convenció a Reagan no solo de que los recortes de impuestos personales mejorarían los incentivos, sino de que también aumentarían los ingresos.
El otro caso fue el apoyo alemán a las políticas de austeridad en la zona euro. Esto se presenta típicamente como el resultado de las peculiares ideas alemanas sobre la economía ("los estadounidenses son de Keynes; los alemanes son de Hayek"). Pero se puede presentar un contraargumento que enfatiza la primacía de los intereses. Alemania tenía fuertes características ex ante que produjeron un "interés" en la austeridad. Al momento de la crisis, Alemania ya era estructuralmente un país fuerte (con superávit de cuenta corriente y pleno empleo) que no necesitaba un estímulo explícito (bastaba con sus estabilizadores automáticos), a diferencia de otros países de la zona del euro. Las políticas expansionistas en todo el euro servirían principalmente para ayudar o rescatar a los países endeudados, pero Alemania ya tenía una preferencia ex ante sobre su aversión a la inflación.
Conclusión
Se puede estar de acuerdo o en desacuerdo con estos ejemplos. Pero lo que más le interesa a Rodrik es la distinción analítica entre los resultados basados en intereses y las ideas. Si podemos predecir los resultados basados en estas características, demostrando que eran sobresalientes ex ante y que llevaron directamente al comportamiento en cuestión, podemos argumentar que los intereses priman. Si necesitamos apelar a la reconceptualización de las funciones objetivas o de las visiones del mundo, y podemos demostrar que las ideas específicas fueron responsables de eso, entonces son las ideas las que tienen la ventaja explicativa.
Otra gran, gran idea conceptual de mi yerno favorito.
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