martes, 15 de marzo de 2016

Por qué Aldo Ferrer



No es mi intención en este post repetir datos biográficos de Aldo Ferrer, que la mayoría ya conoce bien, ni repasar sus aportes. Me gustaría sí evaluarlo como economista, en el contexto de lo que significa hoy ser un economista famoso y escuchado.

¿Nac & Pop?

A nadie escapa que Ferrer fue un economista "nacional". Casi todas sus contribuciones enfatizan que la economía debe analizarse en los contextos específicos en que se desenvuelven los países. Este modo de entender la economía y la política económica, si bien no es compartido por buena parte de la academia, me parece un acierto. La generalización en economía me parece peligrosa e innecesaria.

En cambio, no es obvio que Ferrer pueda ser tildado de "populista". En general sus recomendaciones orillan la heterodoxia y el keynesianismo, pero nunca defendió la economía "peronista". Su obra "La Economía Argentina" deja bastante claro que el populismo "insostenible" no es lo que propugna, mientras que en "El devenir de una ilusión" daba crédito a la primavera alfonsinista. También es cierto que Ferrer apoyó varias iniciativas kirchneristas, pero su posición sugería que defendería todo modelo que se opusiera drásticamente a la Convertibilidad, que para Ferrer constituía un paso atrás en el objetivo de lograr una Argentina soberana.

¿Académico?

Ferrer no contribuyó a la actividad académica o la teoría económica en el sentido que normalmente se le da. Siempre se preocupó por la política económica concreta, y casi nunca por sus fundamentos técnicos. Además fue un gran creador de "significantes" como "densidad nacional", "vivir con lo nuestro", o "capitalismo argentino". Para algunos, estos fraseos revelan una insuficiente formación técnica. Pero para mí, son simplemente formas de llamar la atención. Definiciones para enfatizar posiciones más que para conceptualizar ideas con un contenido concreto.

Es que finalmente, detrás de estas ideas no estaba otra cosa que el accionar concreto de la política económica. Cuando un economista llega al ministerio, se acaban las teorías fastuosas, las precisiones matemáticas y los teoremas. Hay que tomar decisiones. Y Aldo Ferrer escribió brillantes compendios que explican muy bien la historia de la política económica en Argentina, repleta de restricciones de todo tipo. Quizás junto con Roberto Frenkel, Ferrer es el economista-historiador que todo país necesita para registrar todo lo que sucede en una economía.

¿Divulgador?

Los libros de Ferrer son divulgativos, pero no en el sentido usual. Nunca se preocupó por explicar los últimos desarrollos de la teoría económica, ni por explicar sutilezas técnicas. Siempre se concentró en los grandes temas: estructuralismo, desarrollo, globalización.

Todo economista de la UBA ha cursado con Ferrer. En mi caso personal, su materia fue la primera de mi carrera donde sentí que la economía era una disciplina de la cual se podían extraer conclusiones y aprender cosas nuevas. En esa época, "La Economía Argentina" lo disfruté como casi ningún otro libro de economía, porque me permitió por primera vez opinar como estudiante sobre las cosas que pasaban y pasaron en el país. Eso es divulgación.

¿Conclusión?

Dos Tipos de Cambio declara, tras lo expuesto, que Don Aldo Ferrer (que feo suena Donaldo) tuvo un colectivo de virtudes que siempre es bueno tenga un economista: bien intencionado, claro y útil. No nos engañemos: la sociedad desconfía de la mayoría de los economistas y muchos modelos macro mainstream no solo son incomprensibles, sino que ni siquiera hicieron los deberes mínimos de ayudar a evitar las crisis. 

Es por eso que, con cariño y admiración... Aldo Ferrer.



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