sábado, 21 de septiembre de 2019

LA APUESTA


En el programa solemos hablar mucho de Economía del Comportamiento, pero rara vez la aplicamos a nuestras propias vidas. Pero el jueves pasado, decidimos usar el poder de los Nudges para acabar con un par de sesgos que nos atormentan.

Resulta que uno de nosotros (el A) se tienta demasiado con la comida, y dio inicio a una (nueva) dieta. Cuando el otro le comentó sobre la dificultad de sostenerla, el primero sostuvo algo así como "y... veré como hago".

El otro tipo de cambio (el B) debe ya hace varios meses una versión avanzada de un libro que estamos escribiendo juntos. Pero la procrastinación siempre pudo más y el proyecto no parece concretarse nunca.

La apuesta

Entonces se nos ocurrió plantear la siguiente apuesta-nudge. Si al día 31 de diciembre de 2019 el tipo de cambio A no logra bajar 5 kilos respecto de su peso actual, deberá pagarle al tipo de cambio B la suma de 10.000 pesos. Pero la apuesta no termina ahí. Si al día 31 de diciembre de 2019 el tipo de cambio B no entrega una versión avanzada del libro, entonces B deberá pagarle a A esa misma suma. Obviamente si ambos cumplen (o ninguno cumple), nadie paga nada a nadie.

La veedora y escribana del acuerdo fue nuestra productora Barbie Williams, y la apuesta queda registrada en autos en este post.

Será justicia.


1 comentario:

  1. El tipo de cambio A llegó a su casa con bastante hambre, como ya era una costumbre en su primer semana de dieta. No era un hambre cualquiera, sino uno muy específico, el cual solo podía ser saciado con hidratos de carbono. Recordó la apuesta y se miró la panza en el espejo. Respiró hondo, tratando de vislumbrar el fruto de semejante sacrificio. Había sido una semana gastronómicamente difícil: agua mineral, pescado al horno, muccha verdura. Incluso se felicitó por rechazar un par de empanadas que le habian sobrado a su hija el martes pasado. Si comer sano adelgaza, pensó, rechazar hidratos debe adelgazar el doble.
    Volvió a la apuesta. La fecha del 31 de diciembre era lo que no le cerraba tanto. Investigó un poco en Google acerca de dietas exitosas y ejercicios aeróbicos. De a poco comenzó a planificar cada comida, cada día, cada visita al gimnasio. No le entusiasmaba tanto el dinero de la apuesta, como el desafío en si mismo.
    De acuerdo a sus cálculos, en dos meses podia bajar incluso hasta 8 kilo!!! En sólo dos meses.
    Era septiembre. Se pidió una pizza.

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