domingo, 20 de mayo de 2018

BARRO (Y NO TAL VEZ)



Hoy publiqué una nota en La Nación sobre los Sludges, las tretas que usan algunas empresas para embarrar la cancha y "obligarnos" a comprar lo que no queremos. 

La nota habla en tercera persona, pero la historia contada en los primeros párrafos habla de mí, y de un hecho real. Un día Sebas Campanario me manda un mail para ofrecerme hacer una nota sobre el tema. Cuando estoy leyéndolo, me llega una llamada. Es un telemarketer, que me indica que "mi tarjeta de compra me será enviada a la brevedad".

La llamada me transporta casi 10 años atrás en el tiempo. En aquella época adquirí una tarjeta de un supermercado. No diré el nombre, pero imagine un 747 y algo le sonará. Tras ser víctima de maniobras financieras poco claras, decidí darla de baja poco después. Fueron muchos llamados, faxes (lo que da una buena idea del tiempo que pasó) y semanas de esperas de "confirmación". Luego de varios meses, dejé de recibir los llamados. 

Pero la empresa no se había rendido. Solo tomaba impulso para tirar más barro. Algunos años después volvió a la carga con llamados intensos a mi celular para encajarme la tarjeta de nuevo, como si nada hubiera pasado. Para entonces yo, confiado, había tirado a la basura la documentación que probaba la baja, así que volvía a ser rehén de estos indeseables. 

Cuando hace pocas semanas volví a tener la experiencia, dejé de enojarme. Les dije con total tranquilidad que leyeran la columna que saldría pronto contando mi caso en uno de los diarios más importantes del país. No recibí más llamados, pero no albergo ninguna esperanza. Es que el barro, tal vez, sobra. 

1 comentario:

  1. Me hizo acordar al proceder de Diners..... https://salmonbizarro.wordpress.com/2015/08/16/el-cliente-siempre-tiene-razon-tercera-parte/

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