sábado, 17 de marzo de 2018

EL CASO YUDKOWSKY Y LA COORDINACIÓN


El gordito de la foto se llama Eliezer Yudkowsky. Antes de que le empiecen a hacerle bullying, les presento su CV. El tipo no fue al secundario (se educó solo), y hoy es Computer Scientist (no hay traducción buena), especialista en Teoría de los Juegos y uno de los pensadores más reconocidos de la inteligencia artificial y sus consecuencias. 

Pero además, tiene un blog donde, si no entendí mal, escribe una nota por día con contenidos muy, pero muy relevantes para la discusión intelectual sobre epistemología, psicología, probabilidad, filosofía, economía, etc. Una BESTIA.

Y hablando de economía, Eliezer publicó hace poco su último libro, Inadequate Equilibria, título que inevitablemente remite a nuestra adorada y aborrecida disciplina. Como se imaginarán, la hipótesis principal del libro es que a veces los mercados quedan entrampados en un equilibrio inadecuado, que no se puede resolver mediante mecanismos automáticos. Una suerte de equilibrio de Nash, pero en el equilibrio malo.

Curiosamente, o no tanto, los ejemplos que pone Eliezer apuntan fuerte a una vieja idea de ausencia de coordinación de Axel Leijonhufvud (AL), que cumple ya casi 50 años. Según esta idea, una vez que estamos todos coordinados en el equilibrio malo, es muy costoso tratar de salir de ahí, y por lo tanto nadie lo hace. Pruebe la lectora sentarse en una tribuna en la que están todos de pie y se dará cuenta de lo difícil que es alcanzar el mejor equilibrio, que es cuando estamos todos sentados.

El caso Yudkowsky tiene aristas interesantes. Primero, Eliezer no cita a AL, pero no parece haber robado sus ideas. Simplemente se le aparecieron. Valioso que la misma idea pueda surgir en gente con preparación tan diferente, nacida en momentos diferentes, y criada en contextos tan diferentes.

Segundo, Eliezer cree que este es un fenómeno relevante (el subtítulo del libro es "Dónde y cómo las civilizaciones se estancan"), pero la teoría económica no le ha prestado demasiada atención a la tesis inicial de AL como un problema general de funcionamento del sistema económico.

Tercero, quizás sea bueno que un no economista intente meterse en nuestra disciplina. Los puristas se quejarán de que no ha leído lo suficiente, que se apura, que repite lo que han dicho otros, etcétera. Pero justamente, otra de las ideas principales del libro de Eliezer es que a veces un completo extraño y no especialista de una profesión puede aportar una idea novedosa. El frondoso bosque en el que trabajan los expertos no siempre no les permite ver el árbol.  

Bienvenido entonces el outsider Eliezer. Todo suma.



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