sábado, 15 de julio de 2017

BILINKIS, LEMMINGS Y LA TEORÍA ECONÓMICA



Este jueves nos visitó en Dos Tipos de Cambio un tal Santiago Bilinkis. Como buen economista que soy, lo recibí lleno de prejuicios. Pensé: otro pibe que heredó la empresa de papi, ajustó unos contactos con clientes y proveedores, viajó al exterior a copiar modelos, y los aplicó sin mayor dificultad a un país subdesarrollado como el nuestro. Y ahí tenemos al "emprendedor", "futurólogo" y "tecnólogo" del que hablan tantos medios.

Rara vez me equivoqué tanto. Bilinkis es un animal casi de otra especie, que condensa una enorme cantidad de virtudes. Si alguna vez te asaltó ese pensamiento egoísta e infantil de que el mundo sería un gran lugar si todos fueran como vos, Bilinkis es ese tipo de persona que te hace reconocer que el mundo en realidad necesita muchos más como él.

Pero no he venido a repartir flores por que sí. Quiero hablar del caso Bilinkis y su relación con la teoría económica. Que la hay y mucha.

¿Qué es un entrepreneur?

Keynes basó su Teoría General en la idea del entrepreneur y su depresión y angustia ante la incertidumbre generalizada. Pero hay dos tipos de inversores, los del Principio de la Demanda Efectiva (PDE) y los de la Ley de Say (LS). Los primeros son más estáticos y dependen de que haya demanda. Los segundos son más activos y buscan compensar la falta de demanda con nuevas maneras de hacer negocios. Por supuesto, hay momentos en que las cosas están tan mal que casi todos son PDE, y momentos tan buenos que los PDE se transforman en LS, porque mientras venden mucho aprenden trabajando.

Bilinkis es un LS, un destructor creativo por naturaleza. Y seguramente constituya la esencia del capitalismo. En cada emprendimiento logró leer las ganancias de eficiencia de un negocio, más que el estado de su demanda. Y sin embargo, el inversor representativo en la teoría económica estándar es siempre el mismo. Pero un país lleno de Bilinkis no es igual que un país que no tiene ninguno. Y esa quizás sea la diferencia en el futuro entre la posibilidad de desarrollarse o de quedarse rezagado.

Instituciones y clima de negocios

¿Qué instituciones y qué clima de negocios producen más Bilinkis? (que suerte que es un apellido plural). Por supuesto, no allí donde se prohíba internet o el uso del excel. Pero por encima de ese mínimo indispensable, no hay mucha diferencia. Los Bilinkis son imparables. Prueban y fracasan todo el tiempo y, más que matarlos, sus fallos los fortalecen. 

Lo que debe remarcarse es que este es un aspecto de su personalidad: en cuanto Bilinkis siente que no está haciendo algo nuevo, sale y hace otra cosa. Suena a frase de libro de autoayuda, pero refleja bien su actitud: "salir siempre de la zona de confort". Por lo tanto, no es obvio cómo se producen los Bilinkis, pero todo indica que intentar generarlos debería ser una prioridad absoluta de la política tecnológica de un país.

Bilinkis y la enseñanza de la economía

Además de todo esto, Bilinkis es economista (por eso lo invitamos, ejem...). Estudió en San Andrés y en el reportaje del programa contó una anécdota inmediatamente reconocible por todo licenciado: "Estaba en Macro II estudiando el modelo de Barro (supongo se refería al modelo de equivalencia ricardiana). El pizarrón rebalsaba de ecuaciones sin sentido y yo me paré y le pregunté al profesor: qué tiene que ver esto con la realidad? El profesor me contestó sin dudar: '¿La realidad? ¿Y qué importa la realidad?'. No me lo olvido más".

O sea que, ironías del destino, un profesor que presuntamente enseñaba economía y recomendaba políticas, estaba retando a un futuro hacedor del capitalismo por estar ingenuamente preocupado por la realidad. La irrelevancia teórica, por lo tanto, no es únicamente una preocupación del alumno vago que no entiende la importancia de las abstracciones, sino también una preocupación fundamental de una persona que entiende mejor que la mayoría de los economistas de qué la va el desarrollo. 

Más Bilinkis y menos Lemmings

Bilinkis no hace beneficencia (o sí, pero él no es importante por eso), hace negocios. Compite y afecta a algunas empresas y construye otras, destruye empleos en otros lados y crea propios. Es la movilización de recursos encarnada en una sola persona. Y esta actitud, en el capitalismo, paga. 

El sistema puede vivir con empresarios Lemmings, capitalistas repetitivos, cómodos, fugadores, explotadores, maltratadores, y estáticos. Pero si querés crecer en serio, necesitamos muchos Bilinkis, todos distintos y creativos, todos arriesgados e impredecibles, suicidándose y renaciendo en cada emprendimiento.

No por nada "Bilinkis" en ruso significa, justamente, "asumir riesgos" (*).



(*) Ok, esto es lo único que es mentira de este post.















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