viernes, 9 de diciembre de 2016

PELIGRO, TUITER SUELTO!

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Peligro de Tuit

Quedé bastante impresionado por un post del prolífico Noah Smith, uno de los economistas blogueros más reflexivos. El tipo plantea que tuiter puede ser una distopía, es decir, lo opuesto de una utopía. Este sería un tipo particular de distopía, una distopía tecnológica. Todo parece indicar que el post se origina por los exabruptos del mismísimo Trump, que cada vez que tuitea provoca un bolonqui mundial.  

Puesto en términos económicos: tuiter nos puede llevar a un "mal equilibrio", porque si bien cada persona puede estar mejor usando la red, el sistema puede producir poderosas externalidades negativas que contrapesen los beneficios individuales. 

Noah propone cuatro mecanismos por los cuales el neto puede ser negativo (ver detalles en la nota):

1. 140 caracteres. En poco espacio, para ser escuchado uno tiene que escribir duro.
2. No todos los que leen un retuit comentado leen una respuesta del tuit original.
3. Cualquiera puede comentar. En FB no pasa, solo pueden comentar los amigos aprobados.
4. Anonimato. No hay filtro reputacional.

De manera interesante, Noah sugiere que tuiter contribuyó a la reciente apertura de una "grieta" ideológica en EEUU.

La defensa descansa?

Como usuario de tuiter con cierta actividad, varias veces me he planteado estas cuestiones, aunque nunca en términos tan amplios. 

Creo que algunos beneficios son indudables. Tuiter te ofrece compartir esa genialidad del improptu, esa frase brillante, esa pequeñez curiosa. Nadie recuerda capítulos de la literatura universal, pero todos recordamos las grandes frases que la pueblan. Tuiter anima y permite a cualquiera hacer su propia gran afirmación histórica. No se puede versear, ni repetir para convencer, ni dar largos discursos esotéricos. Hay que decir las cosas clara y directamente.

Otra ventaja que yo veo es que, si tuviéramos que poner un único adjetivo a esta red, la más representativa sería IRONIA. Y la ironía me parece un recurso lingüístico/social positivo. Agrupa a los valiosos, enoja a los dogmáticos y encierra a los agresivos. La ironía es una de los fundamentos de la empatía, y es un buen símbolo del proceso civilizatorio.

Tuiter ha permitido, además, que muchos genios tuvieran la oportunidad de ser conocidos sin necesidad de hundir una cantidad imposible de capital. Si merecés ser famoso porque sos un genio, no sirve escribir un libro, sino encontrar un mecenas. Y lo más probable es que nunca nadie sepa nada de vos, mientras otros tenemos que soportar que los Vilouta de este país gocen de popularidad y dinero.  

Es indudable que en tuiter la confrontación está a la vuelta de esquina, y que es un universo plagado de trolls, bots y otros anglicismos feuchos. Pero, al menos en la dimensión individual, uno es perfectamente capaz de elegir con quién interactuar y con quién no, y también de medir sus palabras (o sus textos) para evitar discusiones inútiles. Tuiter me enseñó que, cuando digo algo en serio, debo escribir con respeto, preferentemente en modo potencial, y en lo posible tomando en cuenta la opinión de otros. 

Larga vida al pajarito

En suma, creo que algunos males de tuiter se pueden subsanar mediante un buen criterio individual de ajuste. En cuanto a los efectos políticos, el tema me excede un poco, pero creo que la confrontación no nace de tuiter. Muchos medios, por ejemplo, se han especializado en ganar la atención del público vendiendo mercadería de muy baja calidad y alta adicción. Inevitablemente, esto rebota en las redes sociales.

Y tuiter, como el resto de las redes, en realidad permite contrarrestar los abusos de estos medios medios, porque el público está alerta a las operaciones periodísticas, a los absurdos y a las mentiras. 

No sé si hay algún estudio sobre el tema, pero para mí la tendencia de tuiter es hacia quedarse con los mejores, hacia desechar la violencia verbal y la confrontación inútil, y hacia exigir cada vez mayor calidad para conseguir rebotes.

Y si no te gustó este post, escribime a tuiter que te atiendo, gil. 







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