sábado, 2 de septiembre de 2017

¿DESEQUILIBRIO = CUALQUIER VERDURA?


Nuestro post anterior propuso salir de la lógica del análisis puro de los equilibrios. La intención era remarcar la importancia de los procesos en lugar de los puntos de partida y de llegada.

Sin embargo, por tuiter dos muy buenos economistas levantaron la mano, y no para pedir ir al baño. Uno de ellos, Emiliano Libman (que además tiene blog propio), comenta que el equilibrio  es "lo que tu teoría dice que pasa" (ok, tiene que responder en 140), y que por lo tanto no se puede soltar. Coincide con él Eduardo Crespo, economista argentino que investiga en la Universidad Federal de Río de Janeiro, quien explica que el equilibrio indica "hacia dónde va la economía", y que el problema es cuando este equilibrio se asocia con el pleno empleo o las situaciones óptimas. 

Hasta aquí creo que estamos de acuerdo, aunque quiero hacer dos aclaraciones. Primera, es común que la mainstream asuma que la economía se autocorrige, y por ende asocia equilibrio con posiciones eficientes. Esta me parece una postura que vale la pena abandonar, o al menos no limitarnos a ella. Coincidimos en que estudiar un "equilibrio con desempleo", por ejemplo, es una búsqueda teórica útil. Segunda, si el equilibrio es "hacia donde vamos", entonces no me resulta tan claro cómo distinguir entre procesos, equilibrios y predicciones. Sigo insistiendo en que definir un punto de equilibrio es una apuesta metodológica para hacer los modelos tratables, y que sigue valiendo la pena entender qué pasa en el medio.

El problema, por supuesto, es cómo hacer esto. Como bien dice Crespo, los desequilibristas pueden terminar en el cualquiercosismo, el todo vale. Esto quizás es cierto, pero no me parece que haya demérito epistemológico en esta aproximación.

En primer lugar, "saber que no sabemos" es un aporte importante. La teoría de la inversión keynesiana parece ser un buen ejemplo de esta idea. Buena parte de los chascos que nos llevamos en nuestra profesión provienen de creer que sabemos más de lo que en realidad sabemos.

Segundo, la teoría del desequilibrio es una expresión de algo más general, que son los problemas de coordinación. La descoordinación del proceso deriva en equilibrios múltiples, y ayuda a entender fenómenos muy relevantes, como por ejemplo las crisis bancarias. El punto aquí es que entender lo que pasa "mientras no hay equilibrio" ayuda a definir los caminos hacia donde podría ir la economía. 

Finalmente, quiero ilustrar la relevancia del proceso con un ejemplo burdo, para que se entienda en qué estoy pensando. Supongamos que encerramos en una habitación a 100 personas durante 50 años con comida suficiente para (i) 50 personas durante 50 años, ó equivalentemente (ii) 100 personas durante 25 años. 

Un análisis mainstream tradicional quizás se quedaría en una descripción de un punto de llegada donde la oferta de comida iguale a la demanda. El mercado resolvió el problema de asignación y chau pinela (cada palabra de esta frase debería ir entrecomillada). 

Un análisis de equilibrio Libman-Crespo (?) de hacia donde la va la economía, ¿qué haría diferente? No estoy seguro, pero quizás podría postular bajo qué condiciones llegamos a (i), (ii), o a una situación intermedia.  

El análisis del proceso puro se concentraría en investigar qué harán los agentes en el medio, y por qué. ¿Se matarán entre ellos para que la mitad viva 50 años y el resto nada? ¿Coordinarán para vivir todos 25 años? ¿Ponderarán por alguna dimensión la distribución de comida? Lo interesante de esta búsqueda no es solo su interés intrínseco, sino su natural necesidad de consultar otras disciplinas, algo a lo que la economía no termina de acostumbrarse.

Quizás con Emiliano y Eduardo estamos pensando lo mismo y expresándolo diferente, pero en cualquier caso el post inicial requería algunas aclaraciones. El resultado final fue este post. Otro día les cuento el proceso entre ambos.

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