sábado, 24 de junio de 2017

CAMPA ES PONJA (Reseña de Modo Esponja, de Campanario y Vazhnov)


Campanario lo hizo de nuevo. Los medios nos inundan con artículos, notas y libros sobre el cambio tecnológico, el aprendizaje, la creatividad, y toda esa lista de palabras claves para captar la atención del lector. Los gurúes del futuro redoblan esfuerzos y nos repiquetean una y otra vez sobre los mismos temas, cuando no se contradicen abiertamente entre nota y nota. Las charlas TED saturan hablando de innovaciones tecnológicas, de que el mañana ya llegó, de que ya nadie es como era, ni será como es. Los analistas advierten sin pausa sobre la inminencia de la pérdida de todos los empleos sobre la faz de la Tierra. Los nerds matemáticos y estadísticos nos quieren convencer de que dejemos de investigar porque Big Data, Machine Learning, y sus algoritmos ya resolvieron todas nuestra preguntas sobre la sociedad, el universo y sus alrededores.

Y en el medio de este mar de información, novedades, verdades y mentiras, emerge el domador Campa, con su esponjita en la mano. El título "modo esponja", bastante poco publicitario creo yo, se eligió para avisarte que los autores no intentarán transmitirte una única idea o teoría para después desarrollarla y convencerte. Pero tampoco te asustes: si bien el libro te ofrece un 10 x 1 de mucho de lo que se inventa y discute por ahí, Campa es capaz de ordenarte todas las discusiones, de separar lo que no sirve (el trigo) de lo que sí está bueno (la paja). 

Y todo esto lo logra sin renunciar a sus dos amores, esos que, a veces sin saberlo, adora en cada entrega: su impecable adhesión al pensamiento crítico, y su todavía intacta pasión por la economía. Como en Ideas en la Ducha (¡pero qué obsesión con el agua, hermano!), Modo Esponja no se puede leer sin salir corriendo a buscar en la web más sobre lo que te cuenta.

Elogiar este libro sería fácil para mí si yo fuera trekkie, o starwarero, o hipster, o nerd, o geek, o friki, o yuppie, o cracker, o hacker, o otakus, o nepako (este chiste no es para jóvenes). No, yo soy un economista a la antigua de 50 años, que apenas sabe prender la computadora (trato de dejarla prendida siempre, por las dudas). No, no soy nada de eso ni lo quiero ser. Y tampoco lo necesito para disfrutar cada página de Modo Esponja, de la primera a la última.

Campa es, además de un gran tipo, un profesional de primera, que pese a que semanalmente se ocupa de la tecnología y el futuro no pierde la frescura, no se repite, y no defrauda. Campa es un genio. Campa es ponja. Y Dos Tipos de Cambio lo seguirá invitando al programa. Para siempre.



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