El polifacético Martín Lousteau (ML) ha escrito un nuevo libro, esta vez con el aparente objetivo de cumplir con esa posible lógica política de hacerse ver antes de una elección importante.
ML no es un político más. Hablamos de un economista brillante que leyó variado y que sabe perfectamente cómo usar cada experiencia personal para proponer aplicaciones concretas de cara a los problemas del país. Esta actitud, que podría dictaminarse como riesgosa en cualquier otra persona, en ML se transforma en un amplio repertorio de ideas bien conectadas.
Elegí reseñar Debajo del Agua porque dedica bastante espacio a la economía. Creo que vale la pena opinar sobre la calidad de sus diagnósticos y de sus propuestas. Leyendo a otros políticos esta tarea no sería fácil, pero Debajo del Agua posee claridad, orden, y no apela a frases hechas o a prejuicios infundados. Así que aquí vamos.
Problemas y Soluciones
Todos los libros que conozco dedicados al diagnóstico y las recomendaciones reparten un 95% o más de análisis, y apenas un 5% o menos de propuestas. Tratándose de la macro argentina esta actitud es comprensible, por la dificultad del tema. Debo reconocer que en Economía al Diván he hecho lo mismo.
Debajo del Agua no es la excepción. Pero con una importante diferencia. En lugar de reconocer la dificultad de encontrar el santo grial, en la introducción se promete sorprender con hipótesis y recomendaciones novedosas. Pese a lo cual, a medida que se avanza esas hipótesis no lucen tan originales, y las políticas específicas son escasas.
No es que el libro no cuente con una agenda. Los trazos generales para recuperar la senda del crecimiento están, pero la mayoría resultan ser expresiones de deseo con las que es difícil no estar de acuerdo. Terminar con la corrupción, promover un cambio cultural o no ser tan ansiosos no parecen ideas demasiado discutibles. Aun cuando este sea un libro "político", es una pena que las promesas de aportar algo diferente se desvanezcan tan pronto en la lectura.
Aun así, ML se luce cuando cuenta algunas ideas bien concretas y específicas que él mismo implementó siendo funcionario. Todo hace pensar que se trata de un gestor original e inteligente. Pero como se tratan de "microideas", no queda claro si son suficientes para sacarnos del pozo.
Nuestro Estado
¿Cuál es el diagnóstico de ML? Según dice, la falla más importante corresponde al Estado. Ojo, a no confundirse. No estamos ante la usual diatriba libertaria dogmática contra cualquier acción estatal. Se habla específicamente de Nuestro Estado.
Tampoco se usa la estrategia barata de despersonalizar al Estado como si fuera algo externo a "los verdaderos argentinos". ML reconoce explícitamente que el Estado somos un poco todos. Pero esta misma estrategia constituye una debilidad argumentativa: un concepto suficientemente amplio como para albergar todas nuestras frustraciones como país. Una mala administración pública, sí, pero también una pobre idiosincracia, una dura historia, y una serie de decisiones erróneas en todos los niveles. ML todo el tiempo parece asimilar Estado con sociedad.
El problema con este problema es el siguiente. Cuando el problema es que nuestro problema es que tenemos un montón de problemas, encontrar una solución a ese problema es muy difícil. Es, digamos, un problema.
Por lo tanto, yo hubiese preferido un subconjunto más concreto para discutir. ML lista los problemas pero no siempre los refiere a la causa que finalmente considera última. Por momentos, el argumento parece ser que si queremos un Estado grande, debe ser más eficiente, y si no que se retire. Estamos lejos del diagnóstico original que se promete en las primeras páginas. En este sentido, propuestas como la de Espert, aun sin fundamento, se publicitan como más concretas y decididas para el lector no avezado, y ganan adeptos...
¿Y qué hay de la hipótesis específica de que nuestras dificultades son consecuencia de fallas en Nuestro Estado? Como mínimo dudosa. ML explica que nuestras desgracias mayores ya llevan 45 años (no 70 como se ha dicho por ahí), y que el Estado creció sin darnos mejores servicios... en los últimos 10.
Otras Cuestiones
Lo que más fatiga del libro (una constante en las obras del autor) es la continua referencia a actividades high class que rodean la vida de ML. Charlas con personalidades top, visitas a lugares exóticos, discusiones con intelectuales de primera línea. Quizás sea estrategia política, pero cada anécdota me produce una insana envidia, y me pregunto cómo le caen estas historias al lector medio.
En general, los argumentos sobre la economía argentina que aparecen en Debajo del Agua están en otros libros, aunque ML es un campo mejor citando e interpretando economistas y teorías. Cita con respecto y admiración a economistas prestigiosos, y revisa y utiliza las grandes teorías económicas con una simplicidad envidiable. En particular, su explicación intuitiva de la "ballena de Heymann" comparando el desempeño de Argentina y Corea del Sur es fantástica.
En general, los argumentos sobre la economía argentina que aparecen en Debajo del Agua están en otros libros, aunque ML es un campo mejor citando e interpretando economistas y teorías. Cita con respecto y admiración a economistas prestigiosos, y revisa y utiliza las grandes teorías económicas con una simplicidad envidiable. En particular, su explicación intuitiva de la "ballena de Heymann" comparando el desempeño de Argentina y Corea del Sur es fantástica.
En cuanto a la validez empírica de sus hipótesis, por lo que vi sus números son sólidos, aunque una mínima referencia en notas al final (para no molestar) serían de gran ayuda a la credibilidad general de los datos.
No lo conozco personalmente, pero como economista a mí Lousteau siempre me pareció un niño prodigio. De esos que alcanzan niveles de brillantez muy temprano pero que luego son lentamente fagocitados por sus propias expectativas, y que son emparejados por otras personalidades que sin ser genios de chiquitos van aprendiendo y se le van arrimando intelectualmente.
Pero como político es otra historia: ML es puras agallas y es un claro candidato a ser presidente en un futuro no tan lejano, momento en el cual yo borraré todo rastro de esta reseña, o al menos cualquier aspecto de ella que pueda parecer negativo.
No lo conozco personalmente, pero como economista a mí Lousteau siempre me pareció un niño prodigio. De esos que alcanzan niveles de brillantez muy temprano pero que luego son lentamente fagocitados por sus propias expectativas, y que son emparejados por otras personalidades que sin ser genios de chiquitos van aprendiendo y se le van arrimando intelectualmente.
Pero como político es otra historia: ML es puras agallas y es un claro candidato a ser presidente en un futuro no tan lejano, momento en el cual yo borraré todo rastro de esta reseña, o al menos cualquier aspecto de ella que pueda parecer negativo.
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