Siempre tuve debilidad por los divulgadores. Creo que son los socialistas del conocimiento. Los conservadores, en cambio, serían los que mantienen la jerga y hablan únicamente para su grupo de elite. Ok, reconozco los límites de esta clasificación, pero hoy quiero referirme a otra cuestión, algo más específica y quizás menos errada.
No sé si ustedes leyeron alguna vez algo de Paenza. Lo primero que salta a la vista es su OBSESIÓN con la dificultad de la matemática para los seres comunes. Por supuesto, como su objetivo es divulgar, debe presentar las cosas de la manera más simple posible, y eso está bien. Pero Paenza va más allá... mucho más allá. Voy a ejemplificar con una situación hipotética (y sí, irónica). Hagamos de cuenta que quiero explicar la propiedad distributiva. Un texto a la Paenza empezaría diciendo algo como esto:
"Lea la siguiente ecuación: a (x+y) = ax + ay. Por ahora no se preocupe, no trate de entenderla. Solo mírela como mira las flores del jardín. Si puede, admírela también. Es belleza pura. Ahora tome distancia, tome aire y duerma una siesta. Vuelva a levantarse y vuelva a mirarla. No la va a entender pero le va a resultar familiar (claro, por que la vio antes de dormirse). Ahora tome papel y lápiz y escríbala como si transcribiera símbolos chinos. No haga nada por interpretar la ecuación..."
Y así. Luego viene la parte de la comprensión:
"Ahora prepárese. Vamos a hacer un viaje imaginario. Le voy contar un secreto bien guardado de la matemática. Donde usted ve letras podrían haber números. No me cree? No importa, está bien no creer en un matemáticO, pero le pido por favor que sí crea en la matemáticA. Ahora reemplace..."
Y así. Siempre hay además unos párrafos para estimular el pensamiento:
"En este momento usted debería parar la lectura y empezar de nuevo. Más aun, llame por teléfono a su maestra de primaria y salúdela. Dígale que está aprendiendo la propiedad distributiva y que está feliz de entenderla finalmente. Pero todavía no la entendió, claro... Prepare ahora su mente. Intente reflexionar, pensar. Despacio, no se apure. Hay tiempo. Tiene todo el fin de semana. Repase cada letra, cada número, cada idea que ha tenido en los últimos 30 años. Y no se amargue si no le sale. Puede mirar la solución ahora o... tratar de pensar! Pruebe usted mismo, le digo que vale la pena. Usted, después de lograrlo, irá corriendo a decirle a su mamá al geriátrico: 'Mamá! aprendí la propiedad distributiva'. Y hasta quizás se la pueda explicar a ella también."
Y así... Bueno, todo esto es un chiste. A Paenza le tengo un aprecio enorme y, como dije, me parece un benefactor gigante de la humanidad.
Pero creo que, en el límite, quizás nos estamos pasando un poco. No está mal explicar simple (con el límite Einsteniano en mente, por supuesto), pero creo que está mal PEDIR DISCULPAS por expresar ideas matemáticamente. El otro día tuve la misma sensación escuchando a un físico, que se dispensaba por usar datos y fórmulas para explorar una cuestión del ámbito de las ciencias sociales. Y hoy leí una nota genial de Pablo Groisman haciendo el mismo papel.
Gente, una cosa es hacerse el presuntuoso mostrando fórmulas incomprensibles porque sí, y otra suponer que una persona no puede leer un cuadro, un gráfico, o una ecuación básica. No exageremos, porque del otro lado algún esfuerzo tienen que hacer. Y si no lo hacen, será difícil que se interesen por la matemática, así que tampoco valdría la pena...